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jueves, 31 de enero de 2013

Felizmente sumiso

Sumisión y conformismo. Esta son las principales claves que nos propone Descartes si queremos alcanzar una vida feliz y acomodada. Abandonar tu identidad y ser aquello que desea la sociedad en la que vivas, aceptar el orden del mundo sin rechistar abandonando toda leve idea contraria a las leyes y costumbres establecidas.
Esa es la brillante idea que nos propone el filosofo francés: sumisión, derrotismo y conformismo. Si algo no te gusta, traga con ello y acéptalo.
Dudo mucho si es racional cambiar nuestros deseos, los cuales pueden ser perfectamente lógicos, en vez de aquello que puede que no consideremos tan lógico, como son las leyes y tradiciones del lugar en el que hemos nacido. No creo que someterse al orden establecido sea guiar nuestra vida por la razón, ni que así consigamos la felicidad ni la comodidad. En serio, no se en que estaba pensando Descartes al plantear la moral provisional. Debía tener una vida cómoda por lo que puedo entender, y el ambiente de Holanda sería fácilmente aceptable, pero intentar aplicar esto a todas las sociedades y situaciones me parece un tanto absurdo e irracional. Una persona no puede cambiar libremente sus deseos, no puede pasar de odiar y rechazar algo a simplemente aceptarlo.
Si nos ponemos en esta situación  en la que un hombre simplemente acepta todo aquello que rechaza... ¿De  verdad sería de someterse? Por muy racional que sea aceptar lo que nos molesta para así conseguir la felicidad, es completamente imposible hacerlo  no veo como una persona olvida su identidad, lo que es. Es más, pienso que este acto lleva a la amargura, que no podemos olvidar completamente nuestra personal, que queramos o no,  lo que rechazamos nos seguirán atormentando y no conseguiremos otra cosa que vivir descontentos con nosotros mismos, como si fuéramos extraños en nuestro propio cuerpo.
Me parece muy simple esta manera de logar la felicidad y una vida cómoda, siempre y cuando seas una maquina carente de personalidad e identidad. Si aceptamos todo lo que nos molesta, todo lo que nos amarga, enfurece o entristece, es lógico, muy lógico, que pasemos a ser felices, pero repito, es totalmente imposible que una persona haga esto.
Por otra parte, esto me hace plantearme que entiende Descartes por felicidad. Si la única finalidad es dedicarse única y exclusivamente a la razón forzándonos a olvidar todo lo que rechazamos, no es felicidad, o por lo menos una concepción bastante simplista de lo que yo considero felicidad.
Pienso que el luchar y no aceptar aquello que no consideramos justo, lógico  o simplemente no nos gusta, no impide que consigamos la felicidad, es más, la satisfacción de cambiar el entorno en vez de nuestros deseos es bastante más amplia que someternos a lo estableció  Ademas, el ejercicio de buscar soluciones a aquello que consideramos ilógico volviéndolo lógico es otra forma de someter nuestro intelecto a la razón.
Es cierto que si decidimos cambiar el entorno y no nuestros deseos perdemos eso que tanto entusiasmaba a Descartes, la comodidad, pero no considero esta motivo suficiente para la sumisión.
En definitiva, si queréis ser "felices" olvidaros de quienes sois y sublevaros al orden establecido, una forma relativamente fácil de alcanzar la ansiada felicidad si no tienes apego por tu identidad y personalidad.



2 comentarios:

  1. PD: Descartes me enfurece, no puedo escribir sin criticarlo.

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  2. Buena entrada Unai. Tienes razón al criticar la moral provisional cartesiana. De todos modos no me resisto a darte un consejo que "huele" a sacristía: haríamos mejor si atendiéramos los aciertos de los filósofos, que a sus debilidades. Es como si reprochamos a Aristóteles, o la mismo Descartes, su machismo.

    Pascal fue un contemporáneo de Descartes muy interesante y mucho más integro y valiente. Quizá por ello nunca congenio con Renato.
    Saludos.
    Pdt ¿Qué pasa con las pelis? ¿no avanzamos?

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